En los sacramentos realizamos el más íntimo de los contactos con Dios a
proporción de la firmeza y seguridad que haya despertado en nosotros la palabra
de la fe recibida de nuestro divino y bondadoso interlocutor.
Los sacramentos no han de considerarse como una medicina objetiva, separada
de la divina causalidad, pues son, en realidad, la presencia operante de Dios,
quien nos asegura su acción salvadora y santificadora. Lo que la Iglesia enseña
acerca del opus operatum o acción sacramental, y de su primacía sobre la acción
del que recibe el sacramento, pone claramente de manifiesto la graciosa
presencia operante de Dios.
El encuentro sacramental con
Dios no termina con la recepción del sacramento, aunque
sea pasajera la presencia sacramental. Pues permanece la palabra del amor
efectivo con que Dios ha tomado posesión de nosotros para siempre, exigiéndonos
a cambio una permanente respuesta de obediencia y amor.
BIBLIOGRAFIA
• CIC
1212
• Conc.
Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, 59
• cf. CIC 1534 cf. CIC 1534)
Trabajo elaborado para la asignatura de Sacramentos
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CATÓLICA DEL NORTE
ALFONSO CABRERA ALVAREZ - YEISON A PARRA RESTREPO
No hay comentarios:
Publicar un comentario